El programa de Visitas a los Hogares reduce los costos del cuidado de la salud y costos asociados con el encarcelamiento y asistencia pública (programa conocido como welfare en inglés)
Las madres embarazadas que reciben una visita en el hogar durante los primeros cuatro meses de su embarazo tuvieron bebés con menos incidencias de peso bajo en el nacimiento un 75% de las veces, en comparación con las que no recibieron una visita en el hogar.
Los niños que recibieron una visita en el hogar tuvieron un 56% más probabilidad de graduarse de la preparatoria que los que no recibieron visitas.
Las familias jóvenes que participaron en el programa de visitas a los hogares han reportado que se sienten más seguras de sí mismas, capaces y con esperanza para su futuro y el de sus hijos.
Cuando las familias sienten apoyo es más fácil que desarrollen todo su potencial.
El Programa de Visitas a los Hogares proporciona asesoría y educación individual diseñada para familias.
El modelo de visitas a los hogares ha ahorrado hasta $5.70 por cada dólar invertido; totalizando cerca de $40,000 de retorno de inversión para cada familia a la que se ha ayudado.
Los niños con riesgo que participaron en un programa de visita a los hogares de alta calidad de un(a) enfermero(a) voluntario(a) tuvieron mejores calificaciones en pruebas cognitivas y de vocabulario a la edad de 6 años.
Un programa de visitas a los hogares ha mostrado que el abuso y la negligencia entre los niños de familias con bajos ingresos y mamás con alto riesgo se redujeron en un 77 por ciento.
La investigación muestra que invertir en la educación temprana de los niños es una de las mejores iniciativas y de más efectividad de costo por las que los estados y comunidades pueden optar para beneficiar la economía y el desarrollo de la fuerza común de trabajo.